Si quieres que tu perro esté sano, y tenga una buena digestión es importante que sea capaz de masticar y ensalivar los alimentos de forma correcta.
Lo primero a tener en cuenta es que el perro sea capaz de destruir la comida en su boca, de manera que quede suficientemente pequeña como para que se pueda formar un bolo alimenticio que pase por el intestino.
Esto sucede gracias a la participación de la mandíbula, los labios, las paredes de la boca y los dientes en el proceso.
Hasta no hace mucho tiempo se creía que dar de roer un hueso a un perro era la mejor manera de reforzar este proceso de masticación. Es verdad que morder un hueso puede distraer al animal un buen rato, pero también es cierto que puede producirle estreñimiento, y problemas digestivos si se astilla mal. Por eso, debemos inclinarnos, en todo caso, por los huesos de rodilla y caño, que son más duros, con lo que evitaremos posibles problemas de obstrucción y perforación de los pulmones.
En todo caso, debemos tener en cuenta que en el mercado se encuentran huesos artificiales que ayudan a mantener la dentadura del perro en buenas condiciones, sin tenernos que preocupar por posibles consecuencias.